ECHAR NUESTRA ANSIEDAD SOBRE DIOS
Lectura bíblica: Himno 235
1 P. 5:7 Echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El se preocupa por vosotros.
APRENDER A ECHAR LA CARGA DE NUESTRA ANSIEDAD EN DIOS
En el versículo 7 Pedro
dice: “Echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El se preocupa
por vosotros” Aquí la palabra echar significa lanzar, esto es, estar
determinado a entregar algo. El verbo denota un acto realizado una vez
por todas. Las palabras “toda vuestra ansiedad” indican toda la ansiedad
acumulada durante nuestra vida debe ser echada en el Señor. Necesitamos
aprender cuál es la manera de echar la carga de ansiedad que llevamos,
al Señor. Puede que ahora ésta esté sobre nuestros hombros, pero debemos
echarla de sobre nuestros hombros, al Señor.
Aunque
el verbo “echar” indica una acción única, debido a que somos debiles,
puede que tengamos que echar nuestra ansiedad al Señor una y otra vez. A
veces echamos nuestra ansiedad sobre El solamente para volverla a tomar
en secreto poco tiempo después. Esta ha sido mi experiencia. Es posible
que eche mi ansiedad sobre el Señor, pero después de unos días me doy
cuenta de que la he vuelto a tomar; entonces, necesito orar: “Oh, Señor, perdóname por volver a tomar esta ansiedad que había echado sobre Ti. Una vez más quiero echar mis ansiedades sobre Ti”.
LA ANSIEDAD PUEDE RONDARNOS TAL COMO UN AVION VUELA EN CIRCULOS ANTES DE ATERRIZAR, ESPERANDO EL TIEMPO OPORTUNO
La palabra griega “ansiedad”
también significa preocuparse o cuidar de algo. Cuando los creyentes
son perseguidos, sus sufrimientos hacen que estos se preocupen y esten
ansiosos. Necesitan no solamente humillarse y permitir que su orgullo
sea tocado, sino tambien echar su vida y el cuidado de ésta sobre Dios;
El no solamente es poderoso y justo, sino también amoroso y fiel
concerniente a estas necesidades.
Podemos
utilizar como ilustración de la ansiedad que nos sobreviene, el
aterrizaje de aviones en un aeropuerto de mucho tráfico Si observan la
manera en que los aviones se aproximan a tierra para aterrizar, veran
que vienen uno tras otro. Pero a veces vienen en pares o incluso en
fila. La ansiedad puede rondarnos tal como un avión vuela en círculos
sobre un aeropuerto, esperando el tiempo oportuno para aterrizar.
Aquellos
que se involucran con las personas generalmente son más ansiosos que
los que viven solos. Por ejemplo, un hermano soltero probablemente
tendrá menos ansiedad que un hermano casado que tiene varios hijos. La
preocupación que el hermano casado tiene por su esposa e hijos hará que
esté ansioso. En primer lugar, su esposa es una fuente de ansiedad;
entonces, cada vez que le nace un hijo, ya tiene otra razón para estar
ansioso. Esta ansiedad va en aumento mientras los hijos crecen, se casan
y a su vez tienen hijos, los cuales llegan a ser los nietos como otra
fuente de ansiedad.
Puedo
testificar en base a la experiencia que mientras más cosas tengo, más
ansiedad tengo, más “aviones” de ansiedad rondan sobre mi cabeza.
DIOS TIENE UNA PREOCUPACION AMOROSA POR LOS CREYENTES,
ESPECIALMENTE POR LOS QUE SUFREN PERSECUCION
Todos
debemos aprender a echar nuestra ansiedad sobre el Señor. Si no lo
hacemos, no tendremos paz. Tal vez los niños pequeños menores de cuatro
años no tengan ansiedad. Pero mientras mayores seamos, más ansiedad
tendremos, debido a que más aviones de ansiedad están esperando
aterrizar en nuestro “aeropuerto”. Entonces ¿que debemos hacer? Aunque
no es fácil, debemos echar nuestra ansiedad sobre el Señor. Si nos damos
cuenta de que hemos recuperado aquella ansiedad que ya se la entregamos
al Señor, debemos echarla sobre El otra vez.
La
razón por la que debemos echar toda nuestra ansiedad sobre el Señor es
que “El se preocupa” por lo que nos sucede. Las palabras “se preocupa
por vosotros”tambien puede interpretarse como “El tiene cuidado de
vosotros”. El Dios que disciplina y juzga se preocupa por los creyentes,
especialmente por los que sufren persecución. Los cuida con fidelidad.
Ellos pueden entregarse para ser cuidados por El, especialmente en su
persecución (Life Study of First Peter
[Estudio-vida de 1 Pedro], pp 301-303).
Referencia: Life Study of First Peter [Estudio-vida de 1 Pedro], msg. 33
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